«Si en un momento determinado una mariposa bate las alas en China puede propiciar que al cabo de un par de meses pueda aparecer un huracán en la costa este de los EE UU o evitar que aparezca uno que se empezaba a formar en ese momento.» Edward Lorenz
Este meteorólogo estadounidense dedicado al estudio de la predicción del tiempo basándose en los datos meteorológicos disponibles en un momento determinado, observó que pequeñas variaciones en las condiciones iniciales de un fenómeno atmosférico podían dar lugar a grandes diferencias en los efectos posteriores del mismo. Es lo que llamó "efecto mariposa". (Carlos Fernández - Cuenquín)
Es evidente que un aleteo no produce un huracán, pero esta teoría se ha aplicado luego desde en la aerodinámica hasta la economía. ¿Por qué? Porque realmente todo tiene una causa-efecto, y porque todo lo que hacemos tiene consecuencias. Las decisiones que tomamos nos llevan hacia un camino que no existiría delante de otro tipo de decisión. Quizás se diera más tarde, o quizás no se diera nunca.
Es curioso esto de como aparecen y desaparecen caminos en nuestra vida en función de lo que decidimos en cada momento (eso nos muestra la película The Butterfly Effect. Aunque todo no puede ser eso (demasiado racional para mí), en el fondo algo creo en el destino, en el "las cosas se dan por algo", aunque la mayoría de veces no tenga una explicación válida que lo argumente.
Todo esto lo iba pensando el otro día cuando salí del cine de ver Babel, la última película de González Iñárritu. Es un claro ejemplo de cómo todas nuestras actuaciones repercuten en algo o en alguien, sin que la mayoría de veces lo podamos controlar, es un buen ejemplo del "efecto mariposa". Etiquetas: babel, efecto mariposa